El proyecto Gaming for Social Skills Development utiliza los videojuegos como una forma divertida y educativa de ayudar a los jóvenes a mejorar sus habilidades sociales, su autoestima y su confianza. La idea principal es convertir el tiempo que pasan jugando en una experiencia que les ayude a crecer personalmente, combinando el gaming con actividades diseñadas para su desarrollo. Para lograrlo, el proyecto ha trabajado en colaboración con organizaciones juveniles, empresas sociales, centros educativos y universidades.
Se desarrollaron herramientas para medir cómo los videojuegos influyen en las habilidades sociales y la autoestima de los jóvenes, tanto antes como después de participar en actividades relacionadas. Además, se diseñaron 6 actividades específicas dentro del mundo gaming que promueven la interacción, el trabajo en equipo y la confianza en uno mismo. Como parte del proyecto, también surgió la figura del «E-Coach», un guía que acompaña a los jóvenes en este proceso, con un programa especial de formación para prepararlos.
El resultado es un conjunto de herramientas y recursos digitales que cualquier organización puede adaptar a sus propias necesidades, demostrando que los videojuegos no solo son entretenimiento, sino también una poderosa herramienta para el aprendizaje y el crecimiento personal. Este enfoque muestra cómo el gaming puede motivar y empoderar a los jóvenes, dándoles herramientas prácticas para enfrentar los retos del día a día mientras se divierten.